jueves, 3 de marzo de 2011

El helecho y el Bambú


Recibí un correo de mi mamá hace un rato con esta reflexión que me gustó mucho. A medida que leía algunas caras de amigas se venían a mi cabeza. Quizás porque hemos conversado ya de situaciones que son difíciles y no cambian y a ''simple vista'' no van a cambiar nunca, pero este mail a mi me llenó de esperanza y renovó mi fe. Se los comparto a todos, y a esas amigas que me visitaron en la mente, les envío el link para que no se pierdan el efecto renovador!

Un día decidí darme por vencido. Renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi espiritualidad. Quería renunciar a mi vida.
Fui al bosque para tener una última charla con Dios.
"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencido?" Su respuesta me sorprendió." Mira a tu alrededor", El dijo:
"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.
"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua.. El helecho rápidamente creció.
Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.. "En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié." Me dijo.
"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. "No renuncié" dijo.
"Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra.
En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 100 pies de altura.
Se la había pasado cinco años echando raíces. 
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar" Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?" 
"No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti. No te compares con otros" Me dijo. "El bambú tenía un propósito diferente al del helecho,
sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso". "Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"
"¿Qué tan alto debo crecer?" Pregunté.
"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" Me preguntó en respuesta.
"¿Tan alto como pueda?" Indagué. 
Espero que estas palabras puedan ayudarte a entender que Dios nunca renunciará a ti.
Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia.
Ambos son esenciales para la vida. Continúa.
La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante.
Pero sólo Dios te mantiene Caminando…

8 comentarios:

Ana dijo...

GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!
muchas, pero muchas gracias!
sos lo mas!
Ana

Lorena dijo...

UHHHHHHHHH !!!!!!!!!! Naty nada mas indicado para el dia de hoy .
Que bueno me encanto ,segui adelante porque sos de mucha bendicion para muchos . Lore

Unknown dijo...

No hay dudas que el Espiritu Santo trajo a tu mente mi cara,entre otras.Realmente hoy necesitaba esta palabra,no pude evitar emocionarme.Gracias Naty por compartirlo.Te quiero mucho!!!
Betty C.

Gabriela dijo...

Nati!
No te equivocaste!!! Gracias por dejarte usar por Dios para bendecirme a mi y a tantos otros!!!
Te quiero.
Gaby

Natalia Manago dijo...

Dios hace maravillas chicas! Se lo mande a 7 mujeres nada mas, no fue un Mail masivo!
Me alegro que les haya hecho bien!
Naty

Laura Cantone dijo...

Recien hoy lo leí. Gracias Naty. La pregunta a veces es: q tan hondo van a llegar las raices? jeje. Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

GRACIAS AMIGA!

TE QUIERO TANTO, Dios me habla atraves tuyo....
en breve agendamos los mates

Natalia Manago dijo...

Gracias Sabri! Yo también te quiero! Dale, te espero!

(viste que aunque no firmaste me di cuenta que eras vos??)