No pude evitar emocionarme tras leer esta noticia que comparto aquí.
50 trabajadores que tienen la camiseta puesta de Japón, que ya están sufriendo alguna de las consecuencias por estar expuestos a la radiación, pero continúan luchando. Gente anónina! Pero con familias, hay un padre, un abuelo, un esposo, un hijo.
Están arriesgandolo todo, sus propias vidas por su país.
Trabajando codo a codo sin medir las consecuencias, solo el fin: salvar la nación.
Gente que creció con el valor del sacrificio por los demás, obreros comunes, que aun después de haber sido evacuados el miércoles, hoy pidieron ser re integrados al plantel.
Oro por ellos, le pido a Dios que tenga misericordia, que los cuide, que los inmumice, que el orgullo de sus familias sea mayor que el dolor, y que les de el privilegio de ver que el sacrificio que están haciendo no ha sido en vano.
Los tomo hoy de ejemplo.
En la parte superior de esta entrada, ecuentran el link de la nota que acabo de leer.
Dios los bendiga!
Natalia
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