Hoy es mi último día como directora. Palabra que nunca me gustó usar: directora. Siempre sentí que el nombre me quedaba grande.
Tanto pasó en estos ocho años! Gente, eventos, programas, temas, niños...uff!
Los comienzos fueron tan difíciles....!
Cada recuerdo me insita a decir GRACIAS, cada rostro que viene a mi memoria de niños y maestros que pasaron por este ministerio hace que me broten lágrimas de nostalgia.
Campamentos con panza de embarazada! Un día del niño al aire libre y con 4 grados bajo cero, un congreso, un campamento lluvioso, una Navidad en la calle, una canción de verano filmada, un casting, una coreo, uff...exploto de recuerdos!
Clases de domingo preparadas, y otras improvisadas, algunas con disfraces y otras con nada! Con teclado!!!! Cuánto esfuerzo! (El de los chicos!) Algunas con música, otras a capella, y otras con pantallas.
Recuerdos de los maestros? Si! En el zoológico, en casa, en una visita con los chicos a Santiago, en un campamento mateando de madrugada, orando, riendo, aconsejando, escuchando y algunas veces mediando.
Quiero pedirle algo al equipo de maestros: SIGAN SIRVIENDO COMO EQUIPO. Esa fue la clave de este pequeño gran ministerio. Servirnos con humildad y amor unos a otros sin perder de vista al Señor y a los niños.
Cuánto, CUÁNTO los voy a extrañar. Los amo con todo mi corazón a TODOS y a cada uno. Se han convertido en parte de mi vida! Los encomiendo al Señor y los dejo en manos de una mujer de Dios que sabrá guiarlos, acompañarlos y sacará lo mejor de cada uno para que TODOS sigan sirviendo con excelencia como Dios se merece!
Quiero pedirle algo a los niños: Vayan con ganas a la escuela dominical, ese es el lugar donde a esta edad aprenderán de Dios. Lean la Biblia en casa, oren y canten al Señor. Tengan ratitos de intimidad con Él desde ahora que son pequeños! AMEN A DIOS, ÁMENSE ENTRE USTEDES, AMEN A SU FAMILIA Y AMEN LA CASA DE DIOS.
Parece una carta de despedida! Pero no lo es, es solo una nota de "cierre de etapa" Seguiré caminando en mi llamado, que son los niños, pero desde otro ángulo. Y estaré "pendiente" del ministerio de la escuela dominical, atenta a sus necesidads, dispuesta a ayudar en lo que sea necesario.
Maestros queridos, chicos queridos, Dios los siga bendiciendo con sus riquezas celestiales!
Hasta siempre!
Natalia