Este es un ejemplo de lo que les hablaba ayer. Es un cuadro impreso con los días de la semana. Plastificado. También preparé imágenes que representan las tareas o responsabilidades asignadas. Las recorté y plastifiqué para evitar que las ensucien o doblen.
En vez del nombre, le pegué una foto del hijo a quien le corresponde.
Me tomé unos minutos para orar y comencé a decidir las responsabilidades.
A Noé, de 8 años por ejemplo le asigné 3 responsabilidades diarias. (el cuadro está incompleto porque me quedé sin impresora)
Le asigné tender la cama los martes, miércoles y jueves. Hoy lo hizo con mucho entusiasmo, entre bostezos porque era muy temprano.
Un día por medio le toca poner la mesa, y otro d;ia por medio levanta los platos y cubiertos.
Un día le toca subir a las habitaciones los zapatos que andan por abajo dando vueltas, (en casa es una modalidad, ya que les gusta andar descalzos todo el día) Y al otro día le toca subir las prendas que quedan colgadas de la baranda de la escalera cada noche.
La idea es dejar la habitacion en condiciones al despertarnos, e irnos a dormir con la casa ordenada.
Me faltaba algo para asignarles el lunes, y agregué la imágen del sillón rojo que simboliza acomodar los almohadones del sillón, que gralmente están desordenados o en el suelo.
Compré una planchita de stickers que le sirve de incentivo para ir pegando cada noche en las responsabilidades cumplidas.
Sigo pensando en el premio final. Aún no tengo sugerencias!
martes, 28 de septiembre de 2010
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