Puertas que se abren, puertas que se cierran. Algunas se cierran solas, o por fuerza del viento, o porque son automáticas. Otras, las manuales necesitan de nuestra voluntad para cerrarce. Algunas les ponemos llaves, a otras cierre hermético, algunas tienen hasta candados y otras se dejan abiertas.
Lo cierto es que cada puerta es un lugar de "transición". O estás afuera o estás adentro.
Últimamente estoy aprendiendo a abrir y cerrar puertas.
Mi último descubrimiento fue que cuando cerramos una puerta por voluntad de Dios, Él mismo abre otra otra más grande, más a nuestra estatura para encontrarnos con mejores cosas del otro lado. He forcejeado con Dios por mantener abiertas unas puertas que claramente me decía que cerrara. Es como que Él la cerraba y yo le metía el pie para trabarla. Pero como alguien me enseñó, nuestro Dios es un caballero que jamás fuerza a nadie para lograr las cosas, enseguida Él soltaba la puerta y me dejaba decidir para ver qué yo quería hacer. Hasta que un día lo entendí y yo misma cerré esas puertas.
Cuáles son las puertas que debemos cerrar?
- Las del pasado: aquellas que nos recuerdan días tristes del pasado, cosas que ya no podemos cambiar. Has visto esas personas cuyos discursos son reiteradamente las vivencias de la infancia, los conflictos con sus padres, y aún las cosas que solía hacer cuando aún no eran cristianos?
- Las de etapas: noviazgo, maternidad, la carrera, un ministerio, soltería, la juventud, etc. "Todo tiene un tiempo", dice la Biblia. Y está bueno delimitar esos tiempos cerrando etapas para dar lugar a las nuevas.
Y qué pasa cuando abrimos puertas?
Y bueh! Es un gran stress, porque no sabemos qué nos vamos a encontrar del otro lado. Desconocemos lo que habrá, y eso nos da ansiedad. Vale la pena el riesgo cuando uno lo hace tomado de la mano de Dios.
La Biblia dice, perdón! DIOS dice:
"PORQUE YO SOY TU DIOS, QUIEN TE SOSTIEN DE TU MANO DERECHA, Y TE DICE: NO TEMAS, YO TE AYUDO" (Isaías 41:13)
La verdad es que he cerrado puertas y estoy abriendo otras que me están haciendo crecer en este camino que es la vida. Reconozco que me he tropezado en algunos umbrales, pero SIEMPRE, SIEMPRE el Señor me ha levantado. Hasta he llorado indecisa por no saber si abrir o cerrar esa determinada puerta y Dios me dicho: "El Señor será tu confianza, y Él librará tu pie de quedar preso" (Proverbios 3:26) y esa palabra me ha dado la confianza de saber lo que debía hacer.
Qué difícil para las personas que no tienen una relación con Dios estar abriendo y cerrando puertas sin dirección, no? Si te identificas con estas personas empieza por el principio: abriendo la PRIMER PUERTA: JESÚS.
Él te dice hoy: "Yo estoy a la PUERTA y llamo, si alguna escucha mi voz y abre la PUERTA entraré a él, cenaré con él y él conmigo"( Apocalipsis 3:20)
Es la primera puerta de muchas, pero en mi humilde opinión la MEJOR PUERTA POR LA QUE PASÉ.
Si alguno necesitara ayuda para pasar por esta PUERTA puede escribirme un correo electrónico (nataliamanago@gmail.com), y con gusto aclararé todas sus dudas para que se anime y haga "el cruce"
Dios te bendiga!
A propósito, la puerta de la foto no mide más de 15 cm, es una que se vende ETSY para simular la puertita del Ratón Perez en un hogar donde viven niños, no es genial? Si querés visitar su página en FACEBOOK te encantará!
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